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Consejos para proteger los ojos

Nuestros ojos son órganos delicados que requieren cuidado y protección para evitar que sufran daños. Como sucede con el resto del organismo, la mejor manera de luchar contra posibles problemas oculares consiste en la prevención. Para proteger los ojos es importante acudir regularmente a revisiones periódicas, escuchar las recomendaciones del oftalmólogo y seguir los sencillos consejos que te mostramos a continuación.

Cuidar de los ojos es vital para mantener la calidad de nuestra visión. Establecer precauciones para evitar accidentes, graduar nuestra visión regularmente y proteger los ojos de agentes externos como el cansancio o el sol son hábitos sencillos que ayudan a mantener una visión sana.

Ojos protegidos y descansados

En primer lugar, es fundamental prestar mucha atención a las situaciones cotidianas que pueden suponer un riesgo para tus ojos. Tareas que parecen inofensivas como colgar un cuadro, freír en aceite caliente o utilizar productos de limpieza pueden ser peligrosas para tus ojos si se llevan a cabo sin la adecuada protección. Es necesario ponerse guantes cuando se utilizan detergentes y lejías, y no está de más proteger los ojos con gafas protectoras cuando se realiza cualquier tarea de bricolaje en el hogar. En el trabajo los riesgos son mayores y deben extremarse las precauciones, especialmente cuando se está en contacto con productos químicos y materiales irritantes como tintes y grasas o incluso el polvo.

Además de la prevención de los daños y lesiones, también es fundamental que cuides de que tus ojos no se cansen. Aunque no se trate de afecciones graves, el cansancio ocular puede provocar dolores de cabeza, visión borrosa, hipersensibilidad a la luz o pesadez de párpados, por lo que debes intentar en todo momento que las condiciones sean las óptimas para la actividad que vas a realizar. Es necesario, en este sentido, contar con una buena iluminación, evitando reflejos que incidan directamente sobre los ojos y sombras que oscurezcan el objeto al que estás prestando atención. Recuerda que si eres diestro, la luz, cuando escribes, debe proceder del lado izquierdo y, si eres zurdo, viceversa.

Cuídalos del sol

Fuera de casa hay que ser especialmente cuidadoso con la luz solar. No solo en contextos que invitan a una prolongada exposición al sol intenso, como en la playa o en la nieve, es necesario usar gafas: los rayos ultravioleta se encuentran también en los días nublados, por lo que el uso de las gafas de sol debe ser algo rutinario. Seguro que ya sabes que no todas las gafas de sol son iguales, y es muy importante que te informes bien a la hora de comprar las tuyas y te asegures de que tienen filtros especiales que rebajen al menos el 90% de las radiaciones ultravioletas A y B. Además de esto, puedes seguir estos consejos:

  •  Lleva una visera que evite que la radiación entre por el espacio entre las gafas y la cara.
  •  Utiliza crema de protección solar en toda la cara y especialmente en los párpados, cuya piel es muy sensible.
  • Procura no mirar al sol directamente, ni siquiera con gafas de sol.
  • Pantallas y fatiga visual
Recuerda proteger los ojos del sol

Protege tus ojos aunque no haga sol

Hoy día, otra de las principales fuentes de estrés para nuestra visión son las pantallas de ordenador. Es importante saber que las pantallas de ordenador, incluso las que tienen alta definición, generan una vibración constante que es imperceptible a la visión pero que obliga a nuestro sistema visual a realizar un esfuerzo extra para compensarla. Por eso, si trabajas o pasas muchas horas frente a la pantalla, debes seguir estas recomendaciones para proteger los ojos:

  • Relaja la mirada al menos una vez cada diez minutos, desplazando el enfoque a objetos lejanos, y cerrando los ojos durante unos diez o veinte segundos.
  • Cada dos horas, levántate de la silla y cambia de postura.
  • Asegúrate de parpadear con frecuencia, para evitar que se sequen los ojos.
  • Encuentra una postura cómoda que prevenga de las contracturas musculares.
  • Sitúate a una distancia adecuada de la pantalla desde la que se perciban los detalles de forma clara. La distancia recomendada es de 40 cm., pero puedes adaptarla a tus propias características.
  • Si usas gafas o lentillas, asegúrate de que la graduación es la apropiada para la distancia de trabajo, y no olvides revisar tu agudeza visual regularmente.
Pantallas y salud visual

Vigila la distancia entre los ojos y la pantalla

En caso de accidente

Es importante ser cuidadosos con los ojos, pero en ocasiones no podemos evitar que se produzcan lesiones accidentalmente. En estos casos seguir algunos consejos específicos ayudará a no agravarlas y a facilitar su diagnóstico y recuperación:

  • Si has sufrido un golpe o contusión, cubre inmediatamente el ojo con una gasa, sin presionarlo, y mantenlo tapado hasta llegar al centro de urgencias más cercano. Procura no frotarte los ojos, pues correrías el riesgo de agravar la lesión. Tampoco intentes enjuagarte la herida con agua o aplicar pomadas o gotas que puedan confundir el diagnóstico.
  • Si te has salpicado los ojos con algún tipo de producto químico, como un detergente, en este caso sí debes enjuagarte con agua todo lo posible. Acto seguido, cubre suavemente el ojo y dirígete a un centro de urgencias, sin olvidar llevarte el frasco del producto químico en cuestión.
  • Si algún cuerpo extraño entra en tu ojo, no debes intentar quitártelo tú mismo: pide a alguien que lo examina y lo extraiga si es algo superficial, o ve directamente a un centro de urgencias, siempre con el ojo afectado debidamente cubierto.

 

Esperamos que estos consejos prácticos te ayuden a mejorar la calidad de tu visión y a evitar problemas indeseados.