Cómo elegir tu centro oftalmológico

Los 7 consejos de oro para acertar con tu centro oftalmológico

La visión es quizá el sentido que usamos más, y del que más dependemos para desenvolvernos en nuestra vida cotidiana. Cuidar de ella es apostar por nuestra calidad de vida. Por eso, no debemos dejarla en manos de cualquiera. Contar con un profesional especializado es fundamental. Y si eliges un centro oftalmológico, mucho mejor: te asegurarás de estar atendido por verdaderos especialistas en cada problema específico que puedas tener en tu visión. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a decidirte por el médico más adecuado para mirar por tus ojos:

  1. Un oftalmólogo es un médico especialista en ojos. La buena visión no es sólo agudeza visual, hay otros factores que afectan al buen funcionamiento del ojo y que deben vigilarse y tratarse. Por eso, aunque podemos recurrir a ópticos para graduar nuestra vista y ajustar las lentes, el control de nuestra salud ocular debe confiarse en médicos especializados en tratar enfermedades y cirugía de los ojos.
  2. Busca especialistas contrastados. Cada problema de visión tiene su especialidad. No se trata igual la miopía en adultos que la miopía en niños, o las cataratas que el estrabismo. Confía siempre médicos expertos en tu caso. En ocasiones, puedes necesitar la atención de más de uno, por eso una buena clínica de oftalmología puede ser tu mejor opción.
  3. Si quieres garantías, no elijas sólo por precio. Los tratamientos oftalmológicos actuales requieren doctores con altos niveles de especialización, a menudo con experiencia en tecnologías muy avanzadas y costosas. Por eso, la seguridad y la calidad están reñidas con el chollo. Un precio muy bajo suele esconder como único objetivo “captar” al cliente, dejando en segundo plano su bienestar o la garantía de resolución del problema. Siempre es mejor destinar un poco más de presupuesto que arriesgarse a un resultado insuficiente, o incluso perjudicial para nuestra visión.
  4. Infórmate y compara. Es importante conocer los diferentes tratamientos disponibles para solucionar tu problema. En ocasiones pueden ser varios, y con distintos pros y contras. Un buen ejemplo es la operación de miopía, para la que hay distintas técnicas, cada una idónea para cierto tipo de casos. Sin duda, la mejor ayuda para decidir cuál elegir es una visita al profesional, que puede resolver tus dudas y explicarte de primera mano las diferencias con otras opciones. Recuerda que la primera obligación del médico es informar al paciente.
  5. Sé realista. Es importante conocer bien las expectativas de mejora que tiene tu problema y no dejarse engañar por las “soluciones milagro”. Conocer las fases del tratamiento, saber qué puedes esperar del resultado, estar al tanto de los posibles riesgos…  Hay que informarse de todo y desconfiar de promesas sin base. Un doctor en medicina oftalmológica será claro en estos aspectos, y no te ofrecerá algo que no pueda cumplir.
  6. Escucha opiniones. Además de lo anterior, es importante encontrar un equipo médico en el que confíes, que te transmita seguridad. También puedes orientarte por recomendaciones de familiares o amigos que hayan quedado satisfechos.
  7. Piensa a largo plazo. Al igual que sucede con los médicos de familia o los pediatras, lo ideal es que el oftalmólogo o la clínica oftalmológica que elijas puedan convertirse en tu médico de referencia durante muchos, muchos años, y no sólo para un tratamiento puntual. Por eso es recomendable que el centro cuente con profesionales especializados en diferentes áreas, además de la que nos afecta en ese momento. Si te surgen otras necesidades en el futuro, conocer tu caso de primera mano ayudará a dar soluciones más eficaces y personalizadas.

En resumen, cuando se trata de nuestra salud es vital tomarse un poco de tiempo y recabar toda la información necesaria para elegir bien. Con sólo dos ojos para toda la vida, lo mejor que podemos hacer es contar con nuestro oftalmólogo de confianza.