Aumenta la ceguera entre la población

El recién elegido presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología, Ignacio Montero de Espinosa, ha hecho una llamada de atención a la ciudadanía y a la Administración ante el aumento en toda España y en Andalucía del número de ciegos «con el drama de que el 60% de estas cegueras son evitables, si se tratan bien y a tiempo», dice este especialista.

Afirma que, en colaboración con asociaciones de pacientes como Macula-Retina, se está tratando de desarrollar la Proposición no de Ley que se aprobó por unanimidad en el Parlamento de Andalucía en octubre de 2015 y que ya se ha creado el Observatorio de Enfermedades de la Visión donde participan todas las instituciones relacionadas con la salud visual. También señala que se están desarrollando estudios epidemiológicos y de costo socio-laboral de algunas enfermedades visuales, así como una Red de Diagnóstico Precoz de Enfermedades Visuales en colaboración con el Colegio de Ópticos y asociaciones de médicos de Atención Primaria, pero que el objetivo principal es conseguir un Plan de Prevención de la Ceguera.

«Aunque parezca asombroso —dice este experto— no hay datos epidemiológicos de las enfermedades de la visión más frecuentes en Andalucía ni incidencia ni prevalencia o simplemente cuántos pacientes se han tratado de retinopatía diabética. Por lo tanto, lo primero que se tendría que hacer con este plan sería recabar datos de los pacientes afectados y tratados por enfermedades de la visión. En segundo lugar, tendremos que determinar qué enfermedades se pueden ver más beneficiadas por una actuación preventiva y de diagnostico precoz.

O sea, definir dónde vamos a concentrar el esfuerzo para prevenir el mayor número de cegueras evitables Luego, tendríamos que desarrollar campañas de información a pacientes y a la población en general , como se ha hecho con la hipertensión arterial o la diabetes. En cuarto lugar habría que establecer protocolos de actuación para dar prioridad asistencial a las patologías con mayor riesgo, eliminar listas de espera para patologías que no pueden esperar y pérdidas de tiempo por gestiones burocráticas para estos pacientes; y, quinto, desarrollar y aplicar guías clínicas para conseguir la mayor eficacia de los tratamientos con el menor gasto posible».

Montero señala que para ello «no hay que aumentar inversiones sino gestionar bien lo que tenemos» y asegura que «a la larga se pueden evitar gastos y esfuerzos que actualmente se hacen».

A falta de datos epidemiológicos sobre las enfermedades de la visión más frecuentes, este experto aporta los de la ONCE, que en 2016 tenía a un total de 15.633 afiliados en Andalucía. En toda España han aumentado de 51.740 en 1996 a 72.256 el pasado año.

Las enfermedades que con mas frecuencia producen ceguera en Andalucía, son las mismas que en cualquier país desarrollado: degeneración macular, retinopatía diabética , miopía y glaucoma, que pueden mejorar mucho «evitando le ceguera , si se diagnostican y se tratan adecuadamente».

Asistencialmente, según el doctor Montero de Espinosa, la situación es muy irregular, en unas áreas hospitalarias están bien controladas y tratadas y, en otras, mal . 

«Actualmente —sigue— estamos presionando para que se aplique la metodología, que está teniendo éxito en algunos hospitales. Si tenemos la solución ¿Por qué no la aplicamos igual en todas las areas de atención? Incluso en la misma área vemos cómo muchos pacientes están bien atendidos y otros se pierden en los tramites del sistema».

Como presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología el doctor Montero de Espinosa tiene entre sus objetivos mejorar la relación de los profesionales con las asociaciones de pacientes, el citado plan de prevención y poner todos los medios para evitar algo que está detectando: «Cada vez estoy más convencido—termina—de que estamos perdiendo grandes profesionales , porque la selección está excesivamente centrada en las calificaciones obtenidas en los exámenes , y no se tienen en cuenta otras cualidades como inteligencia emocional, vocación o solidaridad, tan necesarias en nuestra profesión como el estudio»

Vía http://sevilla.abc.es/
Fotografía: ROCÍO RUZ

La Sociedad de Oftalmología defiende un cribado para prevenir la ceguera

 La Sociedad Andaluza de Oftalmología defiende la implantación de un cribado en los centros asistenciales para favorecer el diagnóstico precoz de la degeneración macular asociada a la edad, un problema al alza y principal causa de ceguera. El arsenal terapéutico disponible en el mercado farmacéutico permite frenar la pérdida de visión en los estadios iniciales de la enfermedad y, para ello, es clave una prueba básica de diagnóstico en las consultas de oftalmología: el estudio del fondo de ojo.

 

«La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) ha aumentado de manera considerable en las últimas décadas, hasta el punto de que se ha convertido en la primera causa de ceguera desbancando incluso a la retinopatía diabética», explica el doctor Ignacio Montero de Espinosa, presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología.

A medida que avanza la edad, el riesgo de padecer DMAE aumenta. Se trata de un problema inusual hasta los 45 años y que comienza a manifestarse con más frecuencia a partir de los 50; y mucho más a los 60, 70 y 80 años. La incidencia de la degeneración macular asociada a la edad aumenta por el envejecimiento. La prevalencia de esta enfermedad gira en torno al 2% de la población y alcanza al 20% de las personas que han cumplido los 70. Afecta en mayor proporción a mujeres que a hombres. Además de la edad, otros factores implicados en su aparición son: exposición a la radiación solar, antecedentes familiares, ojos claros, tabaquismo e hipertensión arterial.

Al tratarse de un problema asociado al envejecimiento, la incidencia crece año tras año, convirtiéndose en uno de los principales motivos de tratamiento en las consultas de oftalmología. Otras causas de ceguera: retinopatía diabética, glaucoma y miopía elevada.

Ante el considerable impacto en la población de este problema de salud, «desde la Sociedad de Oftalmología abogamos por la creación de un plan andaluz para prevenir la ceguera, similar al Plan Integral de la Diabetes, que tan buenos resultados ha aportado en nuestro entorno», asevera el doctor Montero de Espinosa. Hace dos décadas la diabetes era el principal problema en las consultas de oftalmología.

«La puesta en marcha del Plan Integral de Diabetes, que incluye la telemedicina en la Atención Primaria, ha permitido que la ceguera por retinopatía diabética haya descendido de manera considerable en los últimos años. Hoy son muchos menos los casos de personas que se quedan ciegas por retinopatía diabética, pero hace 20 años era una de las principales causas de ceguera en Andalucía», recuerda el presidente de la Sociedad de Oftalmología de Andalucía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

La sociedad científica ya ha mantenido reuniones con responsables de la Consejería de Salud, asociaciones de pacientes y el Colegio de Ópticos, para diseñar estrategias que permitan frenar la ceguera producida por la patología de la mácula, que hace unos 15 años carecía de opciones terapéuticas. Entre otras iniciativas, la Sociedad Andaluza de Oftalmología ha creado, junto al Colegio Oficial de Ópticos, una Red de Detección Precoz de la DMAE, ya que en multitud de ocasiones la óptica y/o farmacia son el primer escalón de consulta de los pacientes. Ante la primera sospecha resulta primordial que el paciente sea atendido, sin pérdida de tiempo, por el especialista de la retina.Otra de las iniciativas emprendidas es la creación del Observatorio de la Visión, en el que están presentes la sociedad científica, asociaciones, instituciones profesionales y autoridades sanitarias. «Lo idóneo es establecer el cribado poblacional, a partir de los cincuenta años, aprovechando todos los centros que ya dispongan de la infraestructura necesaria. Mediante el retinógrafo, el personal cualificado realiza fotos del fondo de ojo, y otras exploraciones muy simples que permiten detectar signos de sospecha del daño macular. Pero la clave está en que el médico derive al paciente, sin demora, al especialista que puede tratarlo si es necesario», describe el doctor Montero de Espinosa. Esta cadena asistencial permitiría reducir las esperas. «En la actualidad, desde que el paciente nota los primeros síntomas hasta que inicia un tratamiento, pueden transcurrir seis meses o más», advierte. La detección y el tratamiento a tiempo es crucial para evitar la ceguera. La degeneración macular asociada a la edad se caracteriza por la formación de vasos sanguíneos anómalos que terminan provocando hemorragias que afectan de manera severa a la mácula, una delicada estructura de la retina encargada de la visión central. «El diagnóstico precoz permite tratamientos capaces de detener las hemorragias, pero si el paciente no se trata a tiempo, la pérdida de visión será mayor», añade.

La mácula es la estructura del ojo encargada de la visión central que permite leer, distinguir rostros, ver la televisión, etcétera. La degeneración de esta pequeña estructura de la retina es causa de invalidez y dependencia. Este problema y otras afecciones de la visión centrarán el I Congreso Europeo de Pacientes Mácula-Retina, un encuentro internacional que se celebrará los días 20 y 21 del mes de octubre en Sevilla.

Inyección intravítrea

El tratamiento frente a la degeneración macular asociada a la edad exudativa se basa en una inyección intravítrea que contiene un fármaco cuya función es cerrar los vasos capilares neoformados, para que dejen de sangrar. Los pacientes requieren varias inyecciones al año, con unas pautas concretas, para que el tratamiento resulte eficaz.

La inyección intravítrea se realiza de manera ambulatoria , en quirófano y salas limpias, libres de gérmenes, con un cuidado exquisito para no provocar hemorragias o infecciones intraoculares. «La segunda inyección se administra al mes después de la primera dosis, para que haga el efecto deseado. Si transcurre mucho tiempo entre dosis y dosis, el tratamiento pierde eficacia», añade el doctor Eduardo Esteban González, oftalmólogo responsable de la Unidad de la Mácula en la clínica Salud Ocular. «Esta unidad está pensada con una vocación social, de modo que tratamos de facilitar los tratamientos, que resulten lo más asequibles posible para los pacientes», añade el doctor Esteban González, jefe de la Unidad de la Mácula en el Hospital Macarena hasta su jubilación.

«El fármaco es un antígeno que actúa sobre los vasos anómalos que se forman en la retina y comenzó a utilizarse hace unos quince años para la degeneración macular. Es un medicamento que se se utiliza desde hace décadas en oncología para tratar el cáncer de colon. De manera causal un especialista estadounidense se dio cuenta de que los pacientes con degeneración macular sometidos a este tratamiento oncológico mejoraban y, desde entonces, comenzó a aplicarse para este problema de la retina», recuerda el doctor Esteban González.

Señales de alerta

La principal señal de alerta es una serie de manchas blancas (drusas) en la retina que se detectan en los estudios del fondo de ojo; y percibir líneas torcidas o pérdida de agudeza visual en alguno de los ojos. Ante estas señales el paciente es considerado de riesgo y «debe recibir una atención preferente en las consultas de oftalmología», asevera Esteban González.

Otras señales de alarma percibidas por el propio paciente: pérdida brusca de visión; manchas en la visión; las líneas se ven torcidas y las letras son vistas de manera deforme, etcétera. El llamado test de la Rejilla de Amsler, una prueba sencilla, también facilita el diagnóstico. Además de la degeneración macular asociada a la edad, otros problemas en la retina también pueden terminar afectando a la mácula. «El futuro de los tratamientos se encuentra en la investigación de terapias génicas, para interferir en los genes causantes de la atrofia en los vasos capilares; y las células madre, para regenerar la zona afectada por la lesión», explica el presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología.

Vía www.diariodesevilla.es
Fotografía: JOSÉ ÁNGEL GARCÍA
Gráfica: Diario de Sevilla. Departamento de Infografía.

Entrevista a Ignacio Montero de Espinosa, presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología (SAO)

Oftalmólogo especializado en cirugía refractiva con láser, glaucoma, superficie ocular o cirugía de cataratas, entre otros ámbitos. Es el nuevo presidente de la Sociedad Andaluza de Oftalmología desde principios de 2017. Además, colabora en proyectos académicos y de investigación, como el desarrollo de una córnea artificial.


1 ¿Cuál es la labor de la Sociedad Andaluza de Oftalmología (SAO)?

Los objetivos están muy bien definidos en sus estatutos. En primer lugar, “agrupar a los profesionales que dediquen su actividad al estudio, investigación, docencia o práctica de esta rama de la ciencia médica”. La unión nos da fuerza y liderazgo en lo relacionado con la Oftalmología en Andalucía. Por otro lado, cuidar y promocionar la formación de los oftalmólogos de Andalucía. Y más ahora, que la Validación Periódica de la Colegiación (VPC) está implantada en España.

2 Como nuevo presidente de la SAO, ¿cuáles son sus principales objetivos?Nos encontramos en una nueva etapa para nuestra sociedad, con nuevos compromisos y nuevos retos. Por esto hablo de responsabilidad social. El primer paso será mejorar nuestra relación con asociaciones de pacientes y afectados por enfermedades de la visión. Por otra parte, seguir con la labor de intensificar el vínculo con otras sociedades profesionales, especialidades médicas y, muy especialmente, con los optometristas, compañeros inseparables en la promoción de la salud visual y la lucha contra la ceguera. El COOOA ya participa en nuestros congresos, pero lo que propongo es que esta colaboración se extienda a otras actividades y muy especialmente a la prevención de la ceguera.

3 ¿Qué imagen piensa que existe en la sociedad sobre los profesionales de la visión? ¿Debemos mejorarla?
Creo que es buena. Venimos de una larga tradición de excelentes oftalmólogos de gran prestigio internacional. No sé por qué circunstancias, en España y desde hace un siglo, siempre hubo excelentes oftalmólogos. A parte de esta tradición, la calidad de los jóvenes oftalmólogos ha crecido mucho en los últimos años, llegando a un nivel de excelencia muy llamativo para mí, que he vivido intensamente su evolución en los últimos cuarenta años.
En los optometristas también la calidad profesional es muy alta. Creo que ha sido muy positivo que la titulación se haya elevado al grado universitario. Pero sí que podemos mejorar nuestro prestigio profesional, y lo que nos lo va a otorgar es el compromiso social. Nuestra principal obligación es con la sociedad civil, que nos mantiene y a la que nos debemos.

4 En cuanto a la colaboración entre especialistas, ¿qué relación debe existir entre ópticos-optometristas y oftalmólogos? ¿Cómo mejora la atención al paciente?
La atención al paciente que desarrollamos los oftalmólogos siempre está apoyada en una colaboración intensa con los optometristas. Y cada vez más. En toda mi labor asistencial, siempre que he podido tenía a mi lado un óptico y, si no, al menos tenia una relación muy fluida con ellos. En los últimos años esta colaboración ya se ha hecho imprescindible, sobre todo por el desarrollo de la cirugía refractiva, el implante de lentes intraoculares o la recuperación de la ortóptica.
Las relaciones institucionales entre colegios de ópticos y sociedades oftalmológicas o colegios médicos, con frecuencia se veían salpicadas por rencillas o celos profesionales. Pero hoy en día esa situación está superada, sobre todo porque las relaciones personales y profesionales entre nosotros son estupendas.

5 ¿Cuáles son las características esenciales que debe tener un especialista de la visión que trata con pacientes, cuya calidad de vida dependen muchas veces de él?
Un conocimiento profundo de su profesión, facultades para llevarlo a la práctica y capacidad de empatía con sus pacientes. Si no somos capaces de ponernos en el lugar de nuestros pacientes, las dos primeras cualidades sirven de poco.
He vivido la formación de nuevos profesionales -médicos oftalmólogos y optometristas- desde las dos perspectivas, como profesor universitario y como jefe de servicio en hospitales, por lo que cada vez estoy más convencido de que estamos perdiendo grandes profesionales porque la selección está excesivamente centrada en las calificaciones obtenidas en los exámenes y no se tienen en cuenta otras cualidades, como inteligencia emocional, vocación o solidaridad. Estas son tan necesarias en nuestra profesión como el estudio.

6 ¿Cuáles son los avances científicos y tecnológicos más próximos dentro de la Oftalmología?
El desarrollo de técnicas de exploración que nos permiten ver y medir en vivo y en directo características de los tejidos oculares. Antes solo era posible en el laboratorio y, aun así, se perdía mucha información. La Tomografía de Coherencia Óptica y los nuevos topógrafos también nos proporcionan información que hace poco nos parecía de ciencia ficción. El láser Femtosegundo y el nuevo instrumental de cirugía intraocular también han supuesto una revolución en la cirugía oftalmológica.
Pero los grandes avances en Oftalmología van a venir de la mano de la biotecnología, con los cultivos celulares, el implante de células madre y la terapia de genes. Todo esto nos va a permitir tratar algunas enfermedades que hoy en día abocan irremediablemente a la ceguera.

7 Desde el COOOA hemos lanzado recientemente una campaña de concienciación sobre el Síndrome Visual Informático. ¿Cómo cree que ha influido el auge de los dispositivos digitales en la salud visual de las personas? ¿Qué consecuencias tendrá a largo plazo?
Recuerdo que hace veinticinco años, cuando íbamos a los congresos de la Academia Americana y veíamos que le prestaban tanta atención a lo que ellos llamaban el “Síndrome del usuario de pantallas”, nos causaba perplejidad y cierta guasa, pues considerábamos que era una exageración de los americanos.
Con el paso del tiempo vimos como ese síndrome se convertía en una plaga al generalizarse el trabajo con ordenadores y el uso del aire acondicionado.
Creo que la campaña de concienciación del SVI es muy útil, pues la única forma de evitarlo es conocerlo o dejar de usar el ordenador, lo que no va a ocurrir por ahora. También es importante que tomen conciencia las autoridades sanitarias, pues el coste socio-laboral del SVI es muy importante.

8 ¿Qué opina de la labor de prevención visual pública que realiza el COOOA a través de sus campañas de ‘Somos optometristas’, en las que implica a todos sus colegiados?
Me parece una iniciativa muy bien diseñada y controlada. Todo lo que sea informar a la población es bueno. El peligro de las campañas masivas es que, si se dejan en manos del marketing, se puede caer en el alarmismo. Y esta informa sin alarmar.

Vía www.coooaoptometria.com