Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
¿Para qué se utiliza el láser Argón?
Este tratamiento nos permite prevenir sangrados intraoculares asociados a diferentes problemas como la diabetes y la trombosis ocular. También nos ayuda a frenar la evolución los desprendimientos de retina, y a controlar la inflamación de la mácula en casos de edema macular.
La diabetes y la trombosis del ojo pueden producir alteraciones en el riego sanguíneo de la retina. El ojo reacciona generando nuevos vasos para sustituir los dañados, pero el mal funcionamiento de los nuevos vasos puede producir sangrados en el interior del ojo. Sin control, estos llevarían a una pérdida de visión o incluso a la ceguera. El láser nos permite destruir de manera controlada las partes de la retina afectadas – que no tienen visión – haciendo desaparecer los vasos que generaban el problema. Con estas enfermedades pueden producirse también edemas o inflamaciones en la mácula, la zona central de la retina. Aplicando impactos muy precisos con el láser, también logramos reducir la inflamación.
Hay casos de desprendimiento de retina que se deben a pequeñas degeneraciones de la misma. Gracias al láser, es posible crear pequeñas cicatrices muy controladas alrededor de esas lesiones. Así logramos detener su evolución e impedir el desprendimiento, que daría lugar a una ceguera irreversible.
¿Cómo se aplica esta técnica?
En primer lugar, se dilatan las pupilas del paciente mediante unas gotas que deben aplicarse desde una hora antes de comenzar la sesión. Después se coloca una lente delante del ojo, a través de la cual se hace pasar el láser. El tratamiento es breve y se realiza con anestesia tópica – unas gotas aplicadas en los ojos – para evitar que la lente moleste. La única incomodidad para el paciente es la visión borrosa provocada por la dilatación de las pupilas, que desaparece pocas horas después del tratamiento.
¿Qué debo saber sobre el tratamiento?
- No se trata de cirugía: se realiza en la consulta del oftalmólogo con una preparación muy sencilla tras el diagnóstico.
- Es seguro y fiable. No obstante, cuando se aplica sobre la mácula es frecuente que las cicatrices dejen manchas en la visión denominados escotomas. La experiencia y la habilidad del oftalmólogo pueden reducir ese riesgo, por eso es importante que confíes sólo en los mejores.
- En cierto tipo de enfermedades, los resultados no son inmediatos, sino que aparecen meses después del tratamiento.
- Para realizarlo es necesario dilatar las pupilas, por lo que no se debe conducir en las horas posteriores al tratamiento.