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¿Cuándo es aconsejable operar las cataratas?
La cirugía debe abordarse desde el momento en que el problema de visión empieza a interferir en la calidad de vida del paciente. También puede ser aconsejable una intervención temprana cuando aparece una complicación secundaria, como la presión intraocular alta o un problema de retina, o cuando la catarata está muy avanzada. Las técnicas quirúrgicas actuales nos permiten operar de manera temprana, evitando que el desarrollo de la catarata desemboque en otros problemas de visión, como el glaucoma.
¿En qué consiste la operación?
La intervención consiste en dos partes: eliminar el material que hace que el cristalino se vuelva opaco, y sustituir el cristalino dañado por una lente intraocular. La primera parte la realizamos con una técnica llamada facoemulsificación de la catarata. A través de una pequeña incisión de 1 o 3 milímetros, una cánula diminuta libera ultrasonidos en la cápsula que envuelve el cristalino, fragmentando el contenido opaco y permitiendo aspirarlo. Una vez limpia la bolsa, implantamos una lente intraocular, restableciendo una visión totalmente nítida.
La lente que implantamos es flexible, por lo que la incisión necesaria para introducirla es mínima. Además, se trata de un tipo de lente intraocular, como la utilizada en la cirugía refractiva sin láser, que nos permite corregir al mismo tiempo problemas como la miopía, el astigmatismo o la presbicia.
La operación es muy segura, breve y con un postoperatorio sencillo. Dura unos 10 minutos por ojo, y se realiza con anestesia tópica, mediante gotas aplicadas directamente en el ojo. Así, la mayoría de los pacientes pueden salir del quirófano viendo con el ojo operado, sin parches en el ojo y sin molestias. En casos especiales, es posible aplicar anestesias más potentes, o sedación cuando el paciente está muy nervioso. Tras la operación se puede hacer vida normal, respetando algunas recomendaciones de su cirujano durante unos días.
¿Los resultados son definitivos?
La catarata como tal no vuelve a reproducirse una vez eliminada. No obstante, a largo plazo puede producirse una pérdida de visión por lo que se conoce como “catarata secundaria”. Nuestra técnica de eliminación de la catarata conserva la cápsula natural que envuelve al cristalino, lo que nos permite implantar la lente intraocular sin suturas. En ocasiones, más frecuentes cuanto más joven es el paciente, con el tiempo puede ocurrir que la cápsula se vuelva parcialmente opaca, provocando una cierta pérdida de visión. El problema se soluciona con una sencilla intervención mediante láser de Nd.YAG, que realiza un orificio que devuelve la transparencia a la cápsula. La operación es ambulatoria e indolora.